Evidencias del Espíritu Santo en el creyente (Lección 7)

La presencia del Espíritu Santo en el creyente se hace evidente.

La existencia real del Espíritu Santo es importante. Llegar al convencimiento no solo de que existe, sino que obra en todo cuanto vemos y aún lo que no podemos percibir, y más aún, que se mueve con poder en nuestras vidas reviste singular trascendencia. He aquí la esencia de todo.

El teólogo Myer Pearlman comparte en su teología bíblica y sistemática una definición que, por su significación, transcribimos a continuación:

En la regeneración el Espíritu Santo efectúa un cambio fundamental en el alma, al impartir un nuevo principio de vida. Eso no implica, sim embargo, que el hijo de Dios sea perfecto al instante. Siguen latentes las debilidades adquiridas y heredadas; es necesario vencer al mundo, a la carne y al diablo… Si el Espíritu hiciera una sola obra y luego partiera, el convertido con seguridad volvería a sus antiguos caminos. Pero el Espíritu Santo prosigue la buena obra encomendada.”

Cuando le permitimos obrar en nuestra existencia, el Espíritu Santo opera transformaciones profundas como enseña el apóstol Pablo:

Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.” (Gálatas 5:22-25| RV 60)

Observe que esos cambios, difíciles de alcanzar en nuestras fuerzas, están ligados a nuestra relación con Dios. Es gracias a su poder que podemos vencer “la carne con sus pasiones y deseos” y, de paso, vivir y andar por el Espíritu.

INTIMIDAD CON DIOS

Cuando el Espíritu Santo habita nuestro ser, desarrollamos esa intimidad que tanto anhelamos con el Padre. Es Él en nosotros. Un misterio maravilloso que nos revelan las Escrituras.

Cuando tomamos conciencia de ese hecho, nos disponemos para el cambio y crecimiento, la santificación que no es posible por nuestro esfuerzo y mérito.  Es entonces cuando se materializa lo que enseña el apóstol Pablo:

Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.” (Romanos 8:9 | RV 60)

EL ESPÍRITU SANTO NOS REVISTE DE PODER

Cuando el Espíritu Santo nos gobierna, nos reviste de poder. Es algo trascendental que debemos tener en cuenta. Esto lo hace de la mano con la obra regeneradora y santificadora que produce en nosotros.

El Señor Jesús lo anunció a sus discípulos:

pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” (Hechos 1:8 | RV 60)

El poder al que se refiere, es un poder especial para servir. Para movernos en Él conforme a Su voluntad.

De hecho, el Señor Jesucristo los revistió de poder para que pudieran cumplir con el ministerio:

Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.” (Mateo 10:1 | RV 6)

El poder del Espíritu Santo no es para beneficio personal ni para hacer alarde de que lo poseemos, ni para obtener ganancias haciendo uso de Su mover poderoso, sino para servir.

Felipe fue un instrumento especial y poderoso en manos de Dios durante el período de nacimiento de la iglesia cristiana (Hechos 8:12-17) Dispuso su corazón para servirle. El registro Escritural señala que obraba poderosamente gracias al Espíritu Santo. Le invitamos a leer este apasionante relato y compartirnos sus conclusiones:

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Otros pasajes en los que podemos descubrir ese mover sobrenatural se encuentran en Hechos 10: 44, 46 y 19:1.

Ahora, surge un interrogante apenas previsible: ¿Cómo se llama a este revestimiento de poder? Se llama bautismo en el Espíritu y sobre el leemos en Hechos 1:5.

Ahora, es necesario recordar que al Espíritu lo recibimos cuando creemos en el Señor Jesús, según leemos en Efesios 1: 13, 14.

El Espíritu Santo es el mismo. No hay uno para el primer siglo y otro para nuestros tiempos. Su mover no ha cambiado pese al transcurrir de los siglos.

El apóstol Pablo enseña:

Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: !!Abba, Padre!»(Gálatas 4:6 | RV 60)

Cabe anotar aquí que el hablar en lenguas no es el único distintivo de tener el Espíritu Santo. Es un don, del que hablaremos más adelante. Hay otros aspectos que identifican a quienes abrieron su corazón para que habite en ellos el Espíritu.

EVIDENCIAS DE LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO

Cuando el Espíritu Santo obra en una persona se torna evidente. No es algo que pase desapercibido.

Si bien en el nacimiento de la iglesia el hablar en lenguas era una de las manifestaciones más comunes, es claro que no es el único distintivo. Describimos a continuación algunas evidencias:

  • Cambiar en la forma de ________________ y de ________________
  • ________________
  • ________________
  • ________________
  • ________________
  • ________________
  • ________________
  • ________________

Son los frutos visibles de los que habla el apóstol Pablo en Gálatas 5:22, 23. ¿Siguen vigentes? Por supuesto que sí, se manifiestan en todos los creyentes auténticos.

Otra cosa bien distinta es el emocionalismo que prevalece en algunas denominaciones. Demostraciones externas que no van acompañadas de cambios internos tanto a nivel personal como espiritual.

Es un proceso en el que algunos creyentes se quedan en una etapa primaria. No avanzan, a lo que se refiere—al parecer—el apóstol Pablo. Podemos leerlo en 1 Corintios 14:14-16:

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Cuando comenzamos a caminar con Dios, el propósito es que profundicemos en Él, en lo que puede hacer en nuestras vidas a través del Espíritu Santo que mora en nosotros. Y dentro del proceso, es clave la disposición de nuestro corazón.

LA LLENURA DEL ESPÍRITU SANTO

Con frecuencia encontramos en las Escrituras pasajes que aluden a la llenura del Espíritu Santo. Se trata de un acontecimiento experimental acompañado por el poder para ser transformado interior y exteriormente y, de otro lado, ser preparado por el Señor para servir en el Reino.

Le invitamos a leer Hechos 6:3; 7:55 y 11:24. Compártanos sus conclusiones:

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Se trata de una llenura permanente, no temporal, cuando nuestro caminar es firme con Dios. Es fruto de la intimidad con Él, que no se interrumpe.

El apóstol Pablo insta a los creyentes a tener esta experiencia cuando escribe:

No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,»(Efesios 5:18 | RV 60)

¿Cómo se recibe el Espíritu Santo? Ya lo hemos visto en otras ocasiones, pero lo repetimos para que quede claro a todos los estudiantes: cuando recibimos a Cristo (Efesios 1: 13, 14)

Ahora bien, vamos a estudiar las Escrituras para encontrar otras evidencias:

  • Los primeros creyentes lo recibieron cuando perseveraban unánimes en ________________ y ________________ (Hechos 2)
  • Por la imposición de las ________________ (Hechos 8: 15, 17)
  • Después de sesiones de ________________de los creyentes (Hechos 4:31)
  • En quienes recién ________________ en Jesucristo (Hechos 10:44; 15:9)
  • A los que obedecen ________________ (Hechos 5:32)

El Señor Jesús enseñó que se podía pedir al padre ese don maravilloso, el cual es para todos y hasta el momento no se conocía a plenitud:

Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?” (Lucas 11:13; Cf. Hechos 1:45| RV 60)

Le animamos a leer el pasaje de 1 Corintios 12: 13, 14. ¿Qué aprendemos en esta porción de las Escrituras? Compártanos sus apreciaciones:

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Nuestro caminar con Dios debe ser coherente con el nuevo hombre, revestidos del poder del Espíritu Santo. No deberíamos volver a lo que éramos antes, estado del cual fuimos rescatados para no contristas ni mentir al Espíritu o apagarlo con nuestro proceder (Efesios 4:30; Hechos 5: 3, 4; 1 Tesalonicenses 5:19) Eso es solo concebible para los incrédulos (Hechos 7:51; Mateo 12: 31, 32)

Lo animamos a repasar esta Lección que enriquecerá su vida personal y espiritual.

EJERCICIOS PARA DESARROLLAR

Le invitamos a considerar las siguientes preguntas y desarrollar los ejercicios propuestos, con el propósito de reforzar el aprendizaje:

¿Qué representa el hecho de que el Espíritu Santo more en el interior de nuestro ser? Lea Juan 14:17, Romanos 8:9 y 1 Corintios 6:19:

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¿Qué produce la unción del Espíritu Santo en nuestras vidas? Encuentre la respuesta en 1 Juan 2:27.

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¿Quiénes son aquellos que no pueden percibir las cosas del Espíritu Santo? Investigue en 1 Corintios 2:14.

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¿Cómo podemos dar frutos? Descubra la respuesta en Juan 15:1-5:

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¿Qué prometió el Señor Jesucristo con respecto al Espíritu Santo (Juan 14:16-18)?

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RESPUESTAS A LA LECCIÓN Nro. 7


A continuación, encontrará las palabras o frases que requiere para llenar los espacios en blanco que aparecen en la Lección de hoy:

Evidencias de la obra del Espíritu Santo

1.- Pensar y Actuar

2.-Amor

3.- Gozo

4.- Paz

5.- Perseverancia

6.- Bondad

7.- Fe

8.- Dominio propio

La llenura del Espíritu Santo

1.- Oración y Ruego

2.- Manos

3.- Oración

4.- Creyeron

5.- Obedecen


© Fernando Alexis Jiménez – Entrenador del Instituto Bíblico Ministerial de la Misión Edificando Familias Sólidas (Colombia)


 

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